Se armó la Luiscabronera

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Barcenas3Luis Bárcenas llevaba varios días toqueteando los botones de la aspiradora que, sin leerse el manual de instrucciones, sabía antes de sacarla del envoltorio que tenía potencia para succionar todo a su alrededor. Las primeras pruebas, por alguna esquina, le han dado muestras a lo largo de los últimos días de la potencia y calidad del instrumento a su alcance así que hoy se ha puesto manos a la obra y ha decidido dejar la manta impoluta de ácaros. Es sintomático que cuando se descubre la rara avis de un insecto alérgico, como es el caso, la exterminación a su alrededor es inversamente proporcional a la resistencia de su flexible exoesqueleto. Por ahora parece que la precisión helvética funciona a arreones y de manera selectiva, en busca y captura de los microbios que le han venido provocando más escozor, pero si algo es sabido en el común de la cultura popular la generalidad de las especies insectívoras no hacen ascos a compartir heces en barbecho. Eso sí, cuando uno de ellos resulta aplastado, el resto sabe poner con ágil eficacia patas y alas en polvorosa.
La desinsectación de hoy en la Audiencia Nacional ha utilizado productos de tanta toxicidad que ha dejado inconsciente tanto a Mariano Rajoy como a Dolores de Cospedal. De lo contrario, no se entiende la triquiñuela del Presidente del ejecutivo para responder sin hacerlo, teniendo como detestable aliado a un plumillas poco respetuoso con la profesión que le da cobijo; el redactor de ABC ha preferido sodomizar cualquier principio deontológico del periodismo para conservar su trabajo, aceptando primero la imposición de una pregunta pactada por parte de un director de su medio y saltándose, después, el pacto entre los colegas que cubren las ruedas de prensa en Moncloa para repartirse las cuestiones a plantear cuando éstas son limitadas y hacer de correveidile para producir una respuesta que, por escrita, guionizada y dramatizada, fue puro silencio. Aunque, como es costumbre, hasta leyendo robóticamente, con ese seseo metálico tan perturbador, lo que le han cocinado, no puede evitar dejar a la opinión pública exhausta de intranquilidad. Según Mariano Rajoy, analizada su comparecencia, la responsabilidad penal es la única que puede revolotear sobre la clase política gobernante, y como él se jacta de ser honrado se diga lo que se diga, con una mayoría absoluta en lontananza parlamentaria, pues la cara B de este disco rallado, la de la responsabilidad pública o política, no es menester de traer a colación porque su responsabilidad es seguir avanzando en la dirección que le parece a él recta, mientras una gran mayoría nos marea al verlo dar vueltas sobre su sombra. Es normal que esto ocurra cuando se gobierna más alejado de lo habitual del asfalto colectivo y el círculo estrecho, único sonido que digiere para construir su panorama, le asegura que aquí se ha alcanzado en el buen camino y, lo demás, envidia de una oposición debilitada y mezquina. Pero el despiste ya no es sobre el precio de una taza de café; en esta ocasión es el valor de una democracia adolescente lo que no se es capaz de tasar.
Rajoy2Lo más llamativo es la previsibilidad de los invertebrados a la hora de huir al olor del insecticida. El Gobierno no va a ceder al chantaje, ha afirmado, como si se le hubiera colado algún guión tras un atentado de ETA; lo mismo vale para un pisotón que para una rociada de Barceygon. María Dolores de Cospedal se ha empecinado en horario vespertino, obstinadamente, en buscar el mismo cobijo con distinto tono. Al menos a la Secretaria General del Partido Popular no le vibra el párpado izquierdo cuando miente, pero su melena alocada y la empecinada repetición de sustantivos y adjetivos no deja demasiada duda a la imaginación corrupta. Floriano, al amanecer… fue Floriano.
¿Y, ahora, qué? Ya se sabe que la eficacia de estas rociadas, aunque dejen de oler, se mantienen largo tiempo. No obstante, a algunos, desconfiados cuando el pestazo desaparece de la atmósfera, les da por repetir el tratamiento de exterminio, gas sobre gas. No parece que Bárcenas sea los que cumpla las instrucciones de empleo al pie de la letra; es un verso suelto sin demasiado oido para seguir aprendiendo lecciones de sus otrora compañeros. Y el verano no ha hecho más que comenzar a desparramar su bochorno judicial, con lo que eso despierta el apetito de los bichos.
 

4 Comentarios

  1. «Nuevas calumnias y mentiras» o «desde que apareció esta calumnia». ¡Qué comparecencia!.
    En la otra, el periodista de ABC lo niega ¡ja,ja!.
    Un abrazo, amigo.

    • Una desverguenza más cuando se ve acorralada la sucursal del poder real. No suele caracterizarse por su capacidad de improvisación.
      Pero seguimos, y seguimos.

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