El Código Penal español, reformado casi por completo en 1995 para adaptarse a la normativa de su entorno, establece una frágil ambivalencia entre el concepto de pena, como castigo que cumple funciones de prevención colectiva y escarmiento individual, y la reinserción del procesado, intentando que el cumplimiento de la sentencia promueva las circunstancias adecuadas para que el sujeto no vuelva a delinquir. Esa dualidad a la hora de enfrentar las incorrecciones de la paz social deben calibrarse con meticulosidad casi de equilibrista, ya que pasarse o quedarse corto en las medidas puede resultar catastrófico a la hora de emitir sentencia tanto en las consecuencias del penado como en el escándalo colectivo que supone encontrarse fuera del espacio del sentido común.
Por que el ordenamiento jurídico debe inspirarse como principio fundamental en éso, el sentido común más integrador entre las millonarias sensibilidades humanas que transitan en el Estado donde ha de aplicarse las correspondientes leyes y reglamentos. La realidad penal es, sin duda, la más llamativa, la que alcanza el prime time de las portadas cuando las decisiones judiciales chirrían; peor aún cuando la división de poderes da muestras de cierta efectividad y, de sopetón, se reta la justicia y el interés minúsculo, proveniente precisamente del núcleo de donde deberían emanar las respuestas más sensatas, las acciones determinantes para equilibrar las deficiencias de las relaciones humanas. Ver a la Fiscalía de parte de procesados como Miguel Blesa o Cristina de Borbón no puede resultar cuanto menos sospechoso, más aún en una época en que la lucha de clases se demuestra en plena vigencia, con ese derroche de privilegios que están teniendo que gastar de sus reservas los que han podido transitar las últimas tres décadas poniendo rostro de congénere, de ser de los nuestros.
No obstante, el arte del disimulo como una suerte de onomatopeya constante frente a los desmanes allende nuestras fronteras siempre han pretendido refugiarnos en una placidez mezquina a la hora de valorar como se las gasta el pudiente patrio. Los medios de comunicación de más amplia difusión se obstinan en aleccionarnos frente a la violación permanente de la justicia y la moral a lo lejos, donde no debemos siquiera mirar, por si, de casualidad, viéramos otras cosas que echáramos en falta a menudo. Denunciar la impunidad de las altas esferas está muy bien, no cabe duda, y a los pobres de solemnidad nos reconforta estúpidamente cuando un poderoso cae frente a miles de injusticias cotidianas, cuando el que se cree intocable cae de bruces dentro de la inesperada mazmorra. Mientras nos entretenemos con esos castigos, no sólo se cometen atrocidades insoportables, impunes en un entorno sin seguridad ni organización judicial, sino que nublamos ese nada común sentido que debería orientarnos en el análisis del cosmos nacional plagado de imputados que, con sus posibles, sus contactos y unas tasas que destierran del sistema la justicia sin parné, nos han devuelto a un escenario con pantallas pero sin cimientos. En el cuerpo legal todo continúa existiendo, como un espejismo, como si tal cosa, pero no se anime más de la cuenta, cuando se sienta vilipendiado, a gritar que se les verá en el juzgado sin haber contado antes el capitalito del que dispone.
Mientras toda la herrumbre que se oxidó alrededor del poder político en las últimas décadas cuelga sin demasiado agotamiento el cartel de imputado, a sabiendas que las molestias de transitar frente a las cámaras es cuestión incómoda de poco tiempo, hay una segunda escala de impunidad que evita el crimen, el castigo, y la moderna reinserción del que perturba el equilibrio social. Farruquitos y Ortegas Cano vulneran a diario nuestros titulares, tomando las vías públicas como circuitos de los que deben apartarse los torpes siervos de la gleva que manchan su bólidos. Pasa en el amarillismo más notorio, y en esos señoritos de provincia que ostentan los apellidos, la raigambre política y de clase, así como los recursos para asaltar la triple muerte ajena en la noche del alcohol, las risas y la ausencia de consecuencias. Los pobres reciben el castigo del olvido mientras aquellos, sin despeinarse, comprueban como el sistema se acciona para proteger su buen nombre, su futuro impoluto.
Yo no creo en la justicia de aquí de España, porque no es igual para todos, tanto tienes tanto vale. saludos
Y cada día más, la justicia tiene que ver con lo pudiente que seamos, cierto es. Pero también es cierto que estamos en ese plazo exacto para revertir o, mejor dicho, alcanzar por vez primera la justicia social. Trabajemos por ello, sacrifiquemonos por ello.
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S.O.S. A la fraternidad libertaria (Anarquista)
Solicitando solidaridad internacional para este caso
Hace tres años en la ciudad de Mérida-Venezuela a través de cinco mil cuarto de pliego impresos puse en evidencia las causas del siguiente hecho con la intención de solicitar apoyo para corregirlo(*):
En Venezuela para ningún docente en el país, así como cualquier padre de familia e incluso los jóvenes pueden negar el estado lamentable del nivel intelectual del educando venezolano que consiste en: Una marcada tendencia a la dispersión, se explica, cuando el joven está leyendo le llegan imágenes desde el inconsciente al consciente que no le permiten la concentración y la lectura no se le hace nada agradable, se le hace un tormento, EN VEZ DE UN PLACER, esto en primer lugar. En segundo lugar, tienden al poco empleo de la facultad de la memoria, SOPORTE de la inteligencia. La cultura en un individuo en término general es, lo que le queda de lo que ha leído. En tercer lugar, tienen poca capacidad en la comprensión lógica de lo leído.
Y no obstante de ser un problema social innegable la respuesta por parte del Ministerio Popular de Educación fue que esa no era la política del gobierno y que el hecho señalado era el producto de una mente exaltada y la juventud roja dijo amén. Lo grave del caso es que pisoteando la Constitución Bolivariana de Venezuela, la Ley del trabajo, la Ley bancaria y los derechos humanos me fue bloqueda (bloqueo N° 18) por parte de la auditoria externa la cuenta nómina del Ministerio en el Banco Industrial de Venezuela a nombre de Edgar Tamanaco Chávez Ramírez C.I. 3.398.535 N° 0003-0064-170100541399 siendo mi código laboral 8030c.
Ahora bien, al no poseer recursos para pagar un abogado y demandar al monstruo del Estado por el atropello cometido, he sido todo lo paciente del mundo buscando solventar el problema, ya que toda denuncia o crítica que no le agrade al gobierno es silenciada, le hacen caso omiso y las críticas de la oposición se descalifican como maniobras del imperialismo. Pero como no ha sido posible solventar la situación me veo en la obligación de usar la denuncia para solicitar la solidaridad tanto nacional como internacional. Vivía en una finca de un amigo, la cual vendieron y quedé sin residencia
La causa del bloqueo es simplemente la persecución ideológica por mi condición de libertario comunista (anarquista), en razón a que los representantes políticos de la burguesía como socialdemócratas, socialcristianos y toda laya de socialistas, nacionalismo combaten nuestros principios de que: Por libre voluntad se ha de luchar por la emancipación del trabajo de su condición de mercancía y que para ello es necesario abolir el principio de la propiedad privada que garantiza los privilegios de clase, es decir, aniquilar las clases sociales, así como el de destruir la máquina de dominación de clase que es el Estado y los comunistas se alían con su enemigo natural de clase contra nosotros cuando proponemos que no se debe luchar por el poder, sino que al poder hay que destruirlo y la sociedad que surja de las ruinas del capitalismo no podrá ser una sociedad que se fundamente en el principio de jerarquía, ya que el anarquismo propone una organización social con normas de convivencia a respetar, pero de un orden organizado por y para las propias personas, sin ningún líder ni autoridad que pretenda dirigir y solucionar los asuntos de los demás. Y esto, lejos de ser una utopía, es el simple desarrollo natural de la búsqueda de soluciones por parte de las personas a sus problemas en la vida cotidiana, que comúnmente, bajo la solidaridad y el apoyo mutuo, cooperan entre sí para un fin. Y nos persiguen en santa alianza, ya que truecan la fe religiosa de Dios todopoderoso y supremo por el culto supersticioso al poder, el Estado y la personalidad. La fe produce oftalmía cerebral.
Así, pues, que, se hará el recuento de cómo se valieron para cometer el desafuero jurídico y de la actitud de los responsables, pero antes se reseñará el principio del quehacer político en Venezuela que consiste en: La adulancia por delante, la descalificación, el descredito, la zancadilla, el chantaje y la ausencia de principios para participar de los beneficios que genera la renta petrolera (el Estado venezolano es una contrata, y el que otorga contratos percibe comisiones; esto un hecho institucionalizado).
El caso se inicia con vicios de procedimiento administrativo. El Jefe de la zona Nº 14 Gilberto Perdomo procede a eliminar una nómina paralela de 96 personas utilizando la auditoria externa y omitir la responsabilidad en el caso, hay hechos pero no nombres, en la cual me incluye por el puro placer de dañar, ya que es un adeco con franela roja, jubilado como profesor universitario en el área de química con un postgrado en teología con lo que logró conseguir la piedra filosofal: Hacerse usurero (agiotista) presta dinero a interés. Lleve el caso a la Inspectoría del Trabajo gané y se negaron a acatar la resolución. Luego colocan en la jefatura a Enrique Plata otra joya adeca rencauchado de rojo, profesor universitaria, éste es la enésima potencia de la inmoralidad ver (**) si Nicolás Maduro hijo putativo de Chávez leyera el link convulsionaria de indignación y posteriormente colocan a una adeca ver (***). Se habló con el gobernador Alexis Ramírez y de su sonrisa y silencio se infiere: Qué ¿para qué las personas han de pensar con cabeza propia que basta con rodilla al suelo y acaten la voz del Supremo de votar rojo?
Ahora, lo que reclamo son mis derechos laborales que no prescriben y son inajenables. Es hacerle llegar la denuncia a Nicolás Maduro Moros como Presidente de la República por ser un hombre que proviene de la clase trabajadora y conoce en carne viva lo que es depender de un salario. En este país todo el accionar político es presidencialista y como dice el refrán popular: No se habla con los payasos, sino con el dueño del circo.
Por último el móvil de la petición de solidaridad está en base a la siguiente razón: Como el gobierno rojo ha sido incesantemente tercos en bloquear la reivindicación social del pensamiento abstracto, especulativo, teórico para los miembros de la sociedad. En tanto que, el aparato escolar cercena la capacidad potencial que posee el cerebro humano de abstraer como se pone en evidencia en artículo “Aquí y allá es lo mismo”(*) solicitar en las páginas anarquistas una ventana para subir el siguiente material: “Lecciones de filosofía de la historia” de Hegel para que todos aquellos quieren ejercitarse para lograr adquirir el pensamiento teórico lo hagan. El pensar argumentativo y razonada se ha de estudiar no cae del cielo, ni es innato. Así como la problemática que presenta. Sin más
Abrazo libertario
Sin Dios, ni amo
Nombre jurídico Edgar Tamanaco Chávez Ramírez
Nombre literario Eté Dazton
Teléfono 0424-7812253
E-mail etedazton@gmail.com
(*) http://kaosenlared.net/component/k2/item/30196-¡¡¡aquí-y-en-cualquier-parte-es-lo-mismo.html
(**) http://argentina.indymedia.org/news/2011/05/779934.php
(***)http://kaosenlared.net/america-latina/item/1128-en-defensa-de-mis-derechos-laborales.html
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