El conjunto verdiblanco vuelve a fallar lejos de Sevilla, mientras que Celta y Rayo continúan su consolidación en cabeza. En la zona baja, el Tenerife reacciona en juego pero no en resultados.
La Segunda División es una categoría apasionante. Sin la apisonadora bipartidista que impera en la máxima categoría del fútbol español, los conjuntos de la división de plata muestran sus armas sin tapujos, independientemente del rival que les toque en suerte. Así en el comienzo de la segunda vuelta del Campeonato, este fin de semana, algunos equipos de la zona media, con pretensiones de alcanzar la nobleza de los play off, dieron guerra de la buena.
El Granada demostró que Los Cármenes es una plaza prácticamente inaccesible. Es cierto que el Betis no está dando la cara en sus últimos desplazamientos, pero el 3-0 final demostró que los granadinos asientan sus serias esperanzas de jugar el play off de ascenso en función de sus resultados como locales. Se aprovechó eficazmente de este resultado el Rayo Vallecano, que no falló en Soria, y empató en cabeza con los blanquiverdes. Mientras, el Celta de Vigo no pasó del empate en el Mini Estadi y sigue al acecho de los dos puestos de ascenso directo, a tan solo dos puntos de béticos y rayistas.
Si nada cambia profundamente en esta segunda vuelta, parece claro que estos tres conjuntos lucharán por esas dos plazas de privilegio, ya que el cuarto clasificado, el Xerez, se encuentra a once puntos de la zona dorada. El dignísimo papel de los filiales (Villarreal B y Barcelona B) ha ampliado la zona de play off hasta la octava plaza, ya que ambos se encuentran actualmente entre los seis primeros clasificados. Los amarillos, que tumbaron al líder la jornada anterior, esta semana se deshicieron con facilidad de un recién descendido, el Real Valladolid, que a pesar del cambio de entrenador sigue en caída libre, más en juego aún que en resultados, y ya se encuentra a tres puntos de la zona de descenso.
Pero si emocionante está la carrera de fondo por ascender a Primera División, no podemos perder de vista los condicionantes que se están manejando en la zona baja de la tabla. Gimnástic y UD Las Palmas trabaron un empate sin goles en Tarragona que a ninguno sirve, sobre todo por el juego desplegado por ambos conjuntos, sin atisbo de mejoría ni raza que los convierta en candidatos firmes a abandonar la zona baja de la tabla. Los mismo se puede afirmar de un Recreativo que, tras su igualada con un Elche que se empeña en estar permanentemente en tierra de nadie, vuelve a perder el brío de hace seis jornadas y coquetea nuevamente con la zona caliente. La Ponferradina pinchó en Huesca y el Albacete en Alcorcón, abriendo una pequeña brecha que cada jornada desangra más sus mutuas posibilidades de salvación. Cierra la tabla un Tenerife que, desde la llegada de Antonio Tapia al banquillo, da cal y arena por igual número de paladas: dos partidos en casa, dos empates; cinco goles a favor (no había marcado más de uno por encuentro como local en toda la temporada), pero cinco en contra. Ayer, tuvo una primera media parte de ensueño, poniéndose por delante en el electrónico, pero se cortocircuito para permitir tres goles sencillos y ver como Aragoneses se marchaba con roja directa. Ese mismo Hyde fue capaz de regresar al traje de Jeckyll y, gracias a un siempre combativo y heróico Nino, empatar el encuentro en tiempo de prologanción, para desesperación de Agné y sus gerundenses.